André Martinet

 André Martinet

Bibliografía 

André Martinet nació en Saint-Alban-des-Villards el 12 de abril de 1908.

Fue lingüista francés. Profesor de la Universidad de Nueva York y de la Sorbona, es autor de importantes trabajos de lingüística general: La descripción fonológica y Elementos de lingüística sincrónica. Dirigió las revistas Word  y La Linguistique.

De 1938 a 1946 fue jefe de estudios en la Escuela Práctica de Altos Estudios. A continuación, dirigió la International Auxiliary Language Association en New York (1946-1948), donde contribuyó a la elaboración de la interlingua. Enseñó en la universidad de Columbia, donde fue nombrado director del departamento de lingüística (1947-1955) y llegó a ser director de la revista Word.

En 1955 volvió a su puesto en la Escuela Práctica de Altos Estudios y ocupó la cátedra de Lingüística general en la Sorbona; por entonces compuso su Economía de los cambios fonéticos, Berna, 1955, primera y hasta el momento única gran obra de fonología diacrónica.
 
Fue presidente de la Sociedad Europea de Lingüística (1966-1999) y fundó la Sociedad de Lingüística Funcional y la revista La Linguistique. 

Su obra más conocida, Éléments de linguistique générale (1960) ha sido traducida a 17 lenguas y ha influido a toda una generación de lingüistas franceses


Estructuralismo - Sintaxis funcionalista

Martinet parte de la idea de que la función de todo enunciado es comunicar una experiencia y que por tanto está constituido por un predicado (que designa el proceso central en esa experiencia), acompañado a veces por una serie de complementos (incluido el sujeto); la función de estos complementos es aportar un tipo particular de información sobre ese proceso.

Lo relevante en este planteamiento es que esas funciones no pueden establecerse generalmente por conmutación

Funcionalismo

"la lengua es un instrumento de comunicación doblemente articulado, al que corresponde una organización particular de los datos de la experiencia." (Fuchs y Le Goffic 1979 : 41) Martinet insiste en la función de la lengua como medio de comunicación. Esta función tiene su repercusión en el sistema: es doblemente articulado. Las unidades de la primera articulación las llama monemas, unidades significativas mínimas que pueden ser segmentados en fonemas, las unidades de la segunda articulación. Gracias a esta característica de la lengua, relativamente pocas unidades son suficientes para, combinándose entre sí, hacer posible la comunicación. Ahora bien, lo que le interesa a Martinet no es el uso concreto del lenguaje sino el sistema con sus unidades lingüísticas. Estas, vistas de manera aislada, no tienen ninguna significación. Cada una de ellas recibe su función únicamente por el hecho que se distingue de otra unidad y entra con los demás elementos en una red de relaciones y oposiciones tanto sintagmáticas como paradigmáticas.



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